Qué se debe saber a la hora de realizar una depilación de axilas

Sin dudas, las axilas son una de las zonas más sensibles de nuestro cuerpo. Por eso es fundamental elegir adecuadamente los productos y técnicas de depilación para estas áreas. La depilación definitiva de axilas es uno de los métodos más requeridos en los últimos tiempos.

La depilación definitiva es un tratamiento por el cual se destruye el folículo piloso, por lo que a lo largo de las sesiones se consigue eliminar el molesto vello de esta zona. Sin embargo, a diferencia de otros métodos no produce foliculitis ni otro tipo de problemas en la dermis.

De esta manera se puede lucir una piel impecable y por un buen tiempo no requerir otros métodos de depilación. Además, desde las primeras sesiones se obtienen excelentes resultados.

La principal ventaja de eliminar el vello de las axilas es que se evita que se acumule sudor y se mantiene la higiene en esta parte del cuerpo. Al mismo tiempo, el láser consigue conservar la piel mucho más suave, lisa y sedosa.

Al ser una zona relativamente pequeña, las sesiones de tratamiento láser duran muy poco tiempo y se obtiene la calidad de depilación deseada a bajo costo. Por otra parte, es un sistema prácticamente indoloro y sin contraindicaciones.

Durante la sesión, se dispara un haz de luz (láser) dirigida al pigmento oscuro de los folículos pilosos, destruyéndolos y evitando el crecimiento de nuevos pelos. El láser atraviesa la piel, preservándola. Se trata de un método que no es invasivo, ya que emplea un sistema semejante al de los procedimientos médicos. Por eso es aconsejable utilizarlo en zonas tan sensibles como las axilas.

Incluso después de realizar las sesiones se puede seguir con las actividades diarias sin inconvenientes. Por supuesto, antes de la sesión nuestros especialistas realizan una primera revisión para comprobar el tipo de piel a tratar, las características del tipo de vello, la edad del paciente, patologías y problemas de salud que puedan tener algún tipo de incidencia.

Posteriormente aplicará un gel conductor e iniciará la primera pasada de la máquina láser. Para aliviar algún tipo de irritación posterior al láser aplicará un gel calmante, por ejemplo, de aloe vera. Luego, el paciente ya podrá ir a realizar sus actividades o a su casa, sin ningún inconveniente.

Los profesionales recomiendan que entre sesión y sesión transcurran aproximadamente unos tres meses, aunque este tiempo puede variar según los fototipos de cada persona. Asimismo, cada sesión deberá tener una duración máxima de media hora.

En síntesis, la principal ventaja que presenta la depilación definitiva láser de axilas es la prevención de problemas en la dermis, que sí producen otro tipo de depilaciones. Uno de ellos es la foliculitis, que puede derivar en una infección bacteriana o fúngica y requerir de intervención médica.

Antes de la sesión, es aconsejable no exponerse directamente al sol para que no se modifique el fototipo de piel y posteriormente a la sesión se recomienda no realizar ejercicio físico que provoque sudor e irrite la piel.

Publicado en: Blog

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