El tratamiento facial del año: una terapia que mejora el rostro a través de la luz

No resulta novedoso que la luz LED de baja magnitud se utilice cada vez más en la belleza. Inicia con la certeza de que la dermis es sumamente sensible a la luminosidad proyectada, de ahí que se haya incurrido hace ya mucho tiempo en tratamientos como el láser e IPL que actúan directamente sobre la piel, con más o menos gesto según el color de onda que se elija difundir y la mejoren notablemente.

De esta manera, se logra estimular la generación de colágeno, minimizar inflamaciones, incluso las del acné, restablecer celularmente y mejorar el tono tras mucha exposición solar, por ejemplo. El rojo, el verde y el azul son los que más favorecen estas acciones.

Pero, ¿habías oído hablar de la LED Mask, https://cimec.com.ar/led-mask/? un método reciente que revoluciona el mercado de la estética y sigue la terapia denominada fotodinámica.

Se emplea por medio dos máscaras que protegen la piel y que van directamente al rostro. Así, los rayos que difunde toman contacto con él sin irradiar los UV.

Una de las características diferenciadoras de este método innovador de belleza facial es que no se siente temperatura ni dolor al tenerla colocada, algo que, si sucede más con otros similares, y es una de las razones por las que tantas fanáticas tiene en la actualidad. Su uso no es incómodo y practicante no se nota que está puesta los minutos que dura la sesión.

Spa Facial Mask.Dayspa

Conversamos con especialistas del Centro de Estética Cimec, pioneros en Buenos Aires en dar vida a esta técnica facial, que nos cuentan las 7 funcionalidades específicas de cada color de la máscara, que además pueden combinarse según requerimiento:

– Rojo: incita y potencia la buena circulación. Favorece la producción de la proteína natural del cuerpo.

– Azul: de efecto relajante, actúa como calmante, aséptico y antiinflamatorio.

– Verde: el ideal para quitar toxinas del rostro y equilibrar las defensas.

– Morado: higieniza la piel y quita años de encima

– Amarillo: minimiza el rubor facial y la sensibilidad, al favorecer la circulación

– Azul índigo o violeta: aligera la cura de huellas de cicatrices y marcas, mucho más de los granitos

– Blanca: reduce las líneas de expresión, devuelve vitalidad y firmeza, combatiendo la flacidez.

Así el cuidado facial y la tecnología de longitudes de onda se unen una vez más, volviendo a este tratamiento una moda impuesta en parte, por las más famosas que no dudan en recomendar y alabar sus propiedades redensificadoras de la piel, la firmeza y la actividad celular del rostro a través de la luz, sin padecer molestias y en simples sesiones.

Un gran aliado de la rutina de limpieza cotidiana, que solo conoce de beneficios en quienes la han probado.

Publicado en: Blog

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